La diabetes es una enfermedad metabólica crónica que afecta a millones de personas en todo el mundo. Sus efectos en la salud general son ampliamente conocidos, pero en los últimos años ha cobrado especial relevancia su impacto en la salud oral. Entre las afecciones bucales más frecuentes en pacientes diabéticos, la periodontitis se destaca como una de las más preocupantes debido a su relación bidireccional con esta enfermedad.
La relación entre la diabetes y la periodontitis
Según el estudio «Diabetes y periodontitis: una relación bidireccional» de Bascones-Martínez, Muñoz-Corcuera y Bascones-Ilundain (Dpto. de Medicina y Cirugía Bucofacial, Facultad de Odontología, UCM), la diabetes y la periodontitis están estrechamente relacionadas y se influyen mutuamente. La hiperglucemia característica de la diabetes favorece la inflamación y el deterioro de los tejidos periodontales, mientras que la periodontitis puede contribuir al descontrol glucémico, generando un círculo vicioso entre ambas enfermedades.
¿Cómo influye la periodontitis en la diabetes?
La periodontitis no solo es una consecuencia de la diabetes, sino que también puede empeorar su control metabólico. La inflamación periodontal crónica puede contribuir a un aumento de la resistencia a la insulina, dificultando la regulación de los niveles de glucosa en sangre. Este fenómeno ha sido evidenciado en diversos estudios, como la conclusión que aportan en el estudio «¿La enfermedad periodontal está asociada con la diabetes gestacional?«: «La presencia de enfermedad periodontal aumenta el riesgo de desarrollar diabetes mellitus gestacional».
Diagnóstico y prevención: la importancia de los test bacteriológicos
Dado el impacto bidireccional entre ambas enfermedades, la detección precoz de la periodontitis en pacientes diabéticos es fundamental. Los test bacteriológicos permiten identificar la presencia de patógenos específicos asociados a la enfermedad periodontal, facilitando un tratamiento más personalizado y eficaz. Además, el uso de estos test ayuda a prevenir la progresión de la enfermedad y a minimizar sus efectos en el control de la diabetes.